Y un día se nos fue…

Hoy nos despertamos huérfanos.

Se nos fue nuestro Padre espiritual, ese argentino futbolero que defendía con el mismo valor a los pobres del mundo, a los migrantes que escapaban de la guerra, a los diferentes que se negaba a juzgar, a los jóvenes que impulsaba para que cambiaran el mundo.

Francisco propuso una Iglesia más cerca de los pobres y más pobre en sí misma, sin falsos boatos, sin pastores ricos y ovejas carecientes.

No le fue fácil su tarea. La iglesia estaba en una encrucijada y sumergida en escándalos de proporciones. Nadie quería ceder y renunciar a sus prebendas. Francisco, con toda su humildad y su sabiduría, fue ordenando y aggiornando el clero.

Tuvo muchos enemigos por su obra, pero siguió adelante en su misión. No era la primera vez que las tenía todas en contra. Pero persistió, siempre junto a María, a quien se encomendaba.

Se nos fue el Papa de los pobres. Dios nos envíe otro Padre que persista en su camino.

Adiós, Francisco. Hasta que volvamos a vernos.

Compartilo en tus redes!